En otoño se hace la recolección de la calabaza, los cereales, las legumbres. Estos alimentos forman un conjunto de colores entre los verdes, naranjas, marrones y oro, y es la forma en que nos avisa la naturaleza de que ya están listos para ser consumidos. Estos colores cálidos, nos introducen en la nueva vibración, aportándonos calor y confortabilidad y preparándonos para los fríos del gélido invierno.
En esta estación se puede preparar a menudo el mijo, acompañado de verduras redondas como la calabaza, las coles, los nabos, las cebollas… Las hojas de daikon y otras verduras de la estación como las las zanahorias, chirivías y algunas frutas, pueden agregarse en el menú. También se usan algas asociadas con el tempeh, el tofu seco y la soja, que dan muchas posibilidades de crear diversos tipos de platos, para hacer una comida más condimentada, más apropiada para este momento del año. En definitiva, buscamos una alimentación que contenga algo más de sal marina y aceite, al contrario que en la alimentación del verano.
El arroz se recolecta en otoño, y por tanto es buen momento para ser consumido al igual que el resto de los alimentos otoñales.
El sabor de la estación es el dulce natural, que se usa más a menudo en este clima, aunque puede consumirse todo el año.
La cocina de otoño es más rica y fuerte que la de verano: son recomendables los guisos de legumbres, las verduras salteadas, los fritos de tempura, las cremas de cereales, arroz dulce, mochi y purés de calabaza.
La forma de cocinar las verduras exige más duración. Se puede hacer Nishime (*), cocinar con muy poca agua y hacer un salteado más prolongado, que acompaña las necesidades de la estación.
Como refuerzo es el momento en que se puede usar mas la bardana y la zanahoria haciendo guisos de Kimpira.
Ya sabemos que en otoño usamos menos alimentos crudos, aunque de vez en cuando y con frecuencia podemos consumir ensaladas siempre «ESCALDADAS» con la variedad de hojas verdes del otoño.
Para completar, podemos tomar algunos postres de dulces como son los preparados de amasake caliente, tartas de calabaza dulce y otros, hechos de frutas silvestre del bosque, como son las moras, arándanos y otras bayas, que van muy bien en esta época.
(*) El NISHIME es un estilo de cocción típico yang de la macrobiótica que ayuda energéticamente a calmar el organismo y lo fortalece, especialmente indicado en casos de debilidad o cuando existen resíduos químicos en el organismo que provienen de medicamentos u otras sustancias yin extremas.
Miguel Priego
Consultor de Macrobiótica en La Biotika. MCT. Diagnóstico por los 5 elementos
https://www.labiotika.es